Corria el año 1968, las manifestaciones callejeras estaban a la orden del dia, yo ya hacia ocho años que me habia ido de baja de la marina, trabajaba desde esa epoca en el gremio del taximetro. Como no podia ser de otra manera me habia afiliado al sindicato del automobil que era de tendencia anarquista y compartia su sede con el sindicato del gremio panadero en la calle J.L Terra, la vida en Montevideo estaba muy convulsionada, pocas eran las manifestaciones populares que no terminaban violentamente reprimidas por la policia. Yo vivia en el Cerro, y la mayoria de mis amistades eran de alli, gente trabajadora que empezaban a notar las injusticias y las miserias que fueron dejando los cierres de los frigorificos. Los fines de semanas nos juntabamos una barra de amigos que religiosamente ibamos a ver a nuestro equipo favorito de futbol, el Club Atletico Cerro, de esos amigos se destacaba uno en especial que ademas del futbol nos unia nuestra forma de pensar, Alberto, o el "Loco" como lo conociamos todos. El loco era bolche y estaba en la Juventud Comunista, pero lo que mas nos unia era el futbol, yo de temprana edad andaba en moto y era muy comun ver al "Loco" con la bandera de Cerro atras como acompañante mio, recuerdo aquella tarde que se enredo la bandera en la cadena y casi nos vamos al suelo los dos, o aquella otra vez que fuimos a ver a Cerro contra Sudamerica en el Fortin del Cerrito de la Victoria y el Loco me pidio los guantes para poder pelearse mejor con los hinchas de Sudamerica y no tuvo mejor idea que ir adonde estaba la hinchada contraria, ese dia me quede sin los guantes de cuero porque el Loco se agarro del alambrado de puas que dividia la platea del campo y del piñazo que le dieron me los detrozo y cayo dentro del campo. Un dia el Loco desaparecio del Cerro y hasta esa noche de 1968 no lo volvi a ver. La Curva de Tabarez era un campo de batalla, los neumaticos en llamas cortaban el paso hacia el Cerro en el puente del arroyo Pantanoso, a lo lejos se veia un omnibus de CUTSA en llamas y los gases lagrimogenos hacian irrespirable el aire, gente que corria de un lado para el otro y los milicos dando palo a diestra y siniestra, de pronto con ese escenario de fondo lo veo, alli estaba, el perdido, el Loco!! Que haces aqui? le pregunte, nos apartamos a un lugar mas tranquilo y despues de un abrazo pudimos charlar un rato, mira, me dijo, de los bolches ya estoy hasta los huevos, eso de pegar pasquines no es para mi, estoy en una organizacion armada y eso me gusta, vos sabes que a mi me gusta la accion...me podes conectar? Le pregunte, y me dijo que lo iba a hablar con los compañeros. El Loco ya no vivia en el Cerro, pero su familia si, y el se movia en la Teja, no encontramos un par de veces mas para hablar del "asunto", yo cuando eso tenia mi parada en la Plaza Matriz y un determinado dia setiembre del 69 quedo en pasar por alli con un compañero de la organizacion para hablar conmigo. El dia de la cita no aparecio nadie, tampoco el Loco, y un mes mas tarde en la toma de la ciudad de Pando el Loco caia preso. No lo volvi a ver mas ni tampoco pude saber de su paradero. En 1974 yo estaba ya radicado en Berlin y me habia puesto a trabajar con un grupo aleman de Amnistia Internacional, buscaba como deseperado encontrar por lo menos su nombre en las listas de presos, pero todo en vano, su nombre no aparecia en ninguna de las listas de Amnistia. En el 75 fundamos el Comite Uruguay por los presos politicos, nos moviamos haciendo actos para recaudar dinero y mandarlo al Uruguay para los presos y familiares por medio del Comite de Marsella. Un buen dia se nos ocurrio hacer un concierto con Daniel Viglietti y un grupito chileno de los Quilapayun que se habia exiliado en la RDA. El concierto se llevo a cabo en 1976 y fue todo un exito, llegamos a juntar 900 personas en la sala de conciertos de la Hochschule für Music von Berlin. Despues del concierto nos reunimos con Daniel en un club de emigrantes españoles y alli conversando en la barra con un muchacho uruguayo que estaba exiliado en Suecia pude enterarme que el Loco estaba exiliado en Gotenburgo y que el lo conocia, hasta tal punto que me dio su numero de telefono. En cuanto llegue a casa lo llame y la emocion casi no nos dejo hablar, un mes mas tarde me vino a visitar a Berlin, recuerdo que estuvimos todo un dia encerrados en una habitacion con una botella de grappa por medio contandome todo lo que el habia vivido, desde la toma de Pando, la carcel, la fuga de Punta Carretas, la clandestinidad, para luego terminar en el estadio Nacional de Santiago de donde lo salvo el embajador sueco para luego enviarlo a su pais. Loco porque me fallastes aquella noche en la plaza Matriz?, le pregunte, entonces me conto que el contacto que habia quedado con el para encontrarse conmigo no habia podido venir. Hoy lo tengo claro, yo podia haber sido uno mas de los tantos que dejaron sus mejores dias de la juventud en la clandestinidad o en las carceles, o ser uno mas de los tantos desaparecidos. Por esas tantas cosas mi indignacion y repudio a los que hoy llegaron al gobierno y le dan la espalda a esa generacion que murio y se sacrifico por unos ideales tan nobles...En nombre de todos los que ya no tienen voz me tomo el derecho de gritarles, TRAIDORES!!
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