Ese dia despues de romper la formacion nos permitieron ir a nuestras casas a buscar los objetos personales y a la tarde ya estabamos todos de vuelta en las instalaciones de la escuela, a partir de ese dia y por un largo año la escuela iba a ser nuestro domicilio, de todas maneras no se comparaba con el pupilaje de los Talleres de don Bosco porque en la marina los sabados nos ibamos para casa y teniamos todo el fin de semana libre hasta el domingo por la noche , a las 21.00 horas teniamos que estar todos de regreso en la escuela. Lo mas dificultoso, por lo menos en mi caso, es poder asimilar que a partir de ese momento tendras que cambiar tu forma de pensar totalmente, a partir de ese momento no eres mas tu, sino uno mas del monton que todo lo que haga en el futuro sera a base de mandos y ordenes que no se podran discutir ni valorar sino aceptar. La escuela y sus instructores tienen como prioridad transformarte en 12 meses a la disciplina militar. Los cursos se llevaban a cabo en aulas o talleres especializados para ello, el curso de radiotelegrafia estaba ubicado en el edificio principal donde tambien estaba la administracion y la oficina de la comandancia, era un pequeño salon con algunos aparatos electricos que con el correr de los meses aprenderia a utilizar, como receptores de onda corta y UHF y lo principal, estudiar y memorizar el alfabeto Morse.
Logicamente prevalecia la estricta disciplina militar ante todo, por eso aparte de nuestros estudios teniamos designados puestos de guardia que durante la noche se dividian en grupos, las guardias nocturnas eran especialmente odiadas y eran de 2 horas en diferentes puestos, comenzando a partir de las 22.00 horas que se hacia silencio y el personal se retiraba a sus alojamientos para dormir. Recuerdo que la guardia que mas nos atormentaba era la de las 02.00 a las 04.00 de la madrugada, y las noches frias de invierno con vientos huracanados y las olas rompiendo en los murallones, tiritando de frio debajo del capote y salpicado por las olas del mar, tratando de pegar una cabezadita apoyado en el fusil.
Por el dia las actividades eran muy diversas, aparte de las horas ocupadas por el estudio una vez a la semana habia instruccion militar y cuando volviamos cansados como perros nos esperaba el profesor de deportes que era un teniente del ejercito para entrenarnos. Con el tiempo me entere que era tambien el preparador fisico de Rampla Juniors, si bien era militar era muy poco energico y eso nos ayudaba muchas veces para fondearnos sin que se diera cuenta. Fondear se le dice a un navio cuando llega tarde a puerto y se queda en el antepuerto para al otro dia atracar, en este caso lo que haciamos era escondernos a la hora de la gimnasia, muchas veces nos escondiamos en los techos del edificio que lindaba con la escuela, era el antiguo frigorifico Swift. La operacion no dio mucho tiempo resultado porque el teniente de la gimnasia empezo a pasar lista y se dio cuenta de la falta de algunos. Recuerdo una tarde que nos llevaron a hacer instruccion de desembarco,a las playas y costas del Cerro, muchas de ellas virgenes en aquel tiempo nos servian para hacer las maniobras, yo llevaba el cuerpo de la ametralladora punto 30 que era esa arma que se ve muchas veces en las peliculas antiguas con un tripode y refrigerada a agua, pues yo tenia que transportar nada menos que el canon como no podia ser menos y corriendo por los monticulos de arena el peso parecia doble. Los primeros dias por la novedad eran mas llevaderos pero con los meses sin darte cuenta te vas amoldando al sistema y lo que al principio te parecia ridiculo ahora formaba parte de tu vida, como el "si senor" que se agregaba a una orden del superior de turno.
El fin mas codiciado era llegar a fin de semana sin ningun arresto por mala conducta, de lo contrario en lugar de estar disfrutando con tus amigos y familia te la verias haciendo guardias en la escuela el sabado y el domingo. No habia pasado mucho tiempo hasta que me toco a mi probar de esos llamados "arrestos" El viernes por la tarde se hacia una limpieza general y luego el oficial de guardia era el encargado de decidir si todo estaba en orden y dejar salir a
los que no tenian ningun arresto pendiente, los trabajos de limpieza se dividian en grupos y ese viernes me habia tocado limpiar con otros companeros la muralla que daba al mar atras de los dormitorios, era una tarde de verano y el mar estaba tranquilo como un espejo, un gato de los tantos que habia en la escuela, se estaba paseando a orillas de la muralla, alguien comento que los gatos no sabian nadar y yo como tenia entendido lo contrario, para demostrarselo empuje al pobre animal al mar, el gato al verse en el agua empezo a nadar hacia la costa y en ese momento aparecio un teniente que estaba de guardia y al presenciar el espectaculo pregunto enojado que quien habia teniado la idea de empujar el gato al agua? Todos nos miramos y el tipo agrego, si nadie fue, se quedaran todos arrestados este fin de semana. Pocas cosas positivas pude sacar de mi pasaje por la marina militar, pero una de ellas es enfrentar las situaciones sin perjudicar a los demas camaradas, asi que ese dia no podia dejar que mis companeros que en ningun momento me delataron, perdieran su dia de permiso quedandose en el cuartel el fin de semana por culpa de una estupidez mia, asi que me enfrente al oficial y le dije que yo habia sido el promotor y quien empujo el gato al agua para demostrarles que los gatos saben nadar, el teniente me miro fijamente y me ordeno sacar el gato del agua inmediatamente, cosa que hice sin chistar, justo cuando el pobre animal alcanzaba la orilla, aparte de algun aranazo que me propino el gato al sacarlo del agua tuve que aguantar la perorata del oficial que como punto final me ordeno presentarme arrestado a la guardia. Ese fin de semana Rosa y Pablo no se vieron y eso era todo un drama! Y yo aprendi de forma obligada a respetar los animales...con 18 anos se pueden cometer barbaridades. El solo recordarlo me hace pensar...!Que hijo de puta!
(Continua)
Una vez mas disfrutando de tu relato !!!!!Besos y hasta mañana
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