Mittwoch, 22. Februar 2017

Malos recuerdos - Ajuste de cuentas (5)

Mis padres habian alquilado un apartamento en la calle Brito del Pino 1396, un edificio moderno que tenia poco tiempo de construido. Nosotros viviamos en el Apto.1 de la planta baja y teniamos una ventana muy grande que daba a la calle, la vivienda contaba con un salon comedor bastante grande, un dormitorio, un largo corredor que pasaba por el baño y terminaba en la cocina, con una puerta a un patio interior. A mi personalmente las mudanzas no me agradaban nada, perdi todo el contacto con mis amigos de Malvin y andaba como pez fuera del agua por las calles de un lugar desconocido. Era un barrio de la burguesia media tirando a alta y los muchachos eran hijos de gente bastante acomodada. Me facilito la tarea de encontrar nuevos amigos el echo de ir a la escuela Simon Bolivar que se encontraba a escasos 200 metros de mi casa en la calle del mismo nombre. Cursaba en esa epoca el tercer grado de primaria y tenia 11 años, a las pocas semanas ya tenia una barra de amiguitos ( no de la mejor calaña) siempre tuve una tendencia a juntarme con los peores, es que los mas serios y tranquilos eran aburridos, asi conoci a dos hermanos de nombre Jorge y Eduardo Olivera Usher, recuerdo que ellos vivian en la calle Charrua, tambien muy cerca de la escuela. Eran dos hermanos muy diferentes, Jorge, el menor, era rubio de ojos azules y Eduardo era de cabellos negros y ojos marrones, con Jorge llegue a intimar mas, seguramente porque era de mas o menos mi edad, recuerdo que vivian de forma muy modesta con su padre que era una persona bastante enferma y de un caracter muy reservado y amargado, a su madre no la veia casi nunca por lo general de dia dormia y por las tardes se arreglaba muy bien y salia. Nunca supe bien de que vivian porque el padre siempre estaba en casa, nunca me contaron que hacia su madre pero años mas tarde saque la conclusion que trabajaria en algun Night Club o algo parecido, Jorge nunca quiso tocar el tema.El destino nos llevo por caminos muy paralelos, tanto es asi que años mas tarde fuimos juntos a los Talleres de Don Bosco y estudiabamos juntos tipografia. Jorge era un muchacho sumamente inteligente y su sueño era poder ser algun dia periodista, le encantaba escribir historias y poseia una fantasia sorprendente para su edad. Formabamos parte de una banda y nuestro entretenimiento diario era jugar al futbol en un baldio que estaba atras de la estacion Pocitos y hacerle la guerra a otras bandas de barrios vecinos, que con palos y piedras manteniamos a raya fuera de nuestro "territorio". A escasos metros de mi casa tambien tenia un amigo llamado Eduardo Pico, que vivia en una casa de propiedad con unos padres de situacion economica muy acomodada. Los niños no entienden de diferencias sociales por eso nuestra banda de amigos era un conglomerado de diferentes status sociales.
Si bien al principio me costo adaptarme al nuevo barrio, luego vivi una epoca entrañable llena de anecdotas.Ya nos empezaban a llamar la atencion las chiquilinas y yo era bastante enamoradizo, recuerdo que me habia enamorado de una muchacha muy bonita que se llamaba Victoria e iba a la escuela con nosotros, era mayor que yo creo que tenia unos 13 años y vivia frente a la casa de Jorge en la calle Charrua, era hija unica y sus padres debian de tener mucho dinero a saber por la casa que habitaban, una pequeña mansion con un frente de marmol negro. En la escuela abundaban los apellidos europeos y no era de extrañar en un pais que se habia colmado de emigrantes en esas epocas de la post guerra, Uruguay en ese tiempo tenia una economia muy fuerte y recuerdo que un peso uruguayo equivalia a un Dollar americano. Victoria o Vicki como la solian llamar, no me prestaba mayor atencion, era logico, con 13 años tenia otros intereses ademas sus padres no le permitian estar en la calle como lo haciamos nosotros, asi que el contacto con ella solo se limitaba a nuestros encuentros en la escuela. Muchos años mas tarde me entere que Victoria Elliezer ( que asi se llamaba) era una chiquilina adoptada por una familia de origen judio Sefaradi y cuando ya mayor se caso, sus padres como regalo de casamiento le pusieron una tienda que luego en Montevideo fue muy conocida, Reyvi Sport, nombre compuesto con el nombre del marido y el de ella. Mi vida en Pocitos Nuevo no fue solo de alegrias, alli recibi de mi padre un dia una paliza de tal magnitud que me marco para el resto de mis dias.A pesar que mis padres tenian una situacion economica bastante acomodada, cuando llegaban las fechas de Reyes nunca me compraron el juguete que yo queria y asi fue que tuve que esperar a ser ya mayor para tener mi propia bicicleta, y recuerdo que un año, despues de mucho rogar consegui que me compraran el ansiado monopatin, mientras tanto aprendi a andar en bicicleta con las de mis amigos. Cuando regresaba de la escuela era muy comun estar solo hasta la tarde, pues Martha estaba en el hospital trabajando y mi padre llegaba tarde tambien, asi sucedio un dia que estando en casa solo, encontre sobre la comoda un dinero que le habia dejado mi padre a Martha para pagar al cobrador de la UTE (Usinas Telefonicas del Estado) yo no tenia ni la mas remota idea y con la insensatez de un niño de 11 años tome los 15 o 20 pe$os y me fui a comprar unos juguetes a dos jugueterias que habia en la Avda. Rivera a la vuelta de casa. Ese dia mi padre y Martha llegaron muy tarde por la noche y yo ya me habia acostado en mi cama del comedor, estaba profundamente dormido, cuando un dolor tremendo me desperto de forma abrupta y vi a mi padre con un palo en la mano pegandome por todo el cuerpo y a la vez gritando como un energumeno !! yo te voy a enseñar a no robar pedazo de un sinverguenza!! yo trataba de cubrirme la cara y el seguia dandome por las piernas, esa vara de madera tenia en una de las puntas unos clavos y creo que mi viejo no se dio cuenta, o si se dio cuenta estaba tan ciego que no le importaba, Martha le gritaba: !! dejalo!! lo vas a matar!! y yo gritaba !! papa !! papa !! no lo hago mas!! perdoname!! pero el viejo me dio hasta que se canso, No se como pude dormir esa noche o tal vez queria dormirme para olvidarme de todo. Cuando al otro dia me desperte pense que todo habia sido una pesadilla, pero los moretones en las piernas ensangrentadas y las salpicaduras de sangre en la pared me devolvieron a la realidad. Mi padre ya se habia calmado pero mi drama todavia no se habia acabado, despues de desayunar me agarro de un brazo y me condujo a las dos tiendas donde habia comprado los juguetes y me hizo devolverlos, a la vez que le aclaro a la gente que estaba alli que los habia comprado con dinero robado. El dolor de la paliza no fue nada con la verguenza que pase ese dia. Del año 1951 hasta 1955 vivimos en ese domicilio y cada vez que me acostaba a dormir y me daba vuelta hacia la pared veia las manchas de mi sangre, jamas volvi a tocar dinero ajeno alguno. ( continuara )

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