Freitag, 19. April 2013


El album de los recuerdos - Villa del Cerro (5a parte) Escuela de especialidades de la armada - Ajuste de cuentas (18)

por Lobo Alfa (Notas) el Martes, 16 de abril de 2013 a la(s) 18:41
En radiotelegrafia teniamos un profesor que se llamaba Santiago Pimienta, era suboficial de primera y  habia sido radiotelegrafista en la aviacion naval de la base capitan Curbelo. Pequeño de estatura, de tez morena, para el lo primordial era aprender el oficio, al tema militar lo relegaba a segundo plano, cuando se dio cuenta que yo me iba quedando rezagado un dia al acabar la clase espero a quedarse solo conmigo y me hablo como un padre, entre otras cosa me dijo:Mira, yo me comprometo a sacarte radiotelegrafista, pero vos tenes que poner mas de tu parte, olvidate de la instruccion de infanteria, a partir de ahora vas a dedicarte mas intesamente a lo nuestro que es la telegrafia y es por lo cual entrastes en la escuela. Desde ese dia yo me quedaba muchas veces solo en la estacion practicando. A el le tengo que agradecer, meses mas tarde terminar el año de aprendizaje con una de las mejores notas, razon por la  cual me premiaron con un viaje de instruccion a bordo del petrolero Ancap III que hacia la ruta de Montevideo a Punto Fijo, Venezuela, un viaje inolvidable.
Pero de la instruccion de infanteria no me podia escapar, despues de todo era una escuela militar y una vez a la semana nos instruian como infantes de marina, yo formaba parte de un pequeño grupo que transportaba una ametralladora pesada, la Browning de 30mm refrigerada por agua, los entrenamientos se hacian en la playa de Punta Yegua que quedaba atras del Cerro, una playa silvestre llena de medanos de arena, recuerdo que a mi me tocaba transportar el cañon que era la pieza mas pesada, las otras partes tampoco eran livianas,  los depositos del agua, el tripode o los magazines con las balas tampoco eran faciles de llevar pero el cañon me tenia que tocar a mi. Despues de varios horas de instruccion sudados y extenuados volviamos a la escuela y alli nos esperaba un teniente del ejercito para hacer deporte, como si lo que acababamos de hacer hubiera sido un paseo. El teniente, que era profesor de educacion fisica tambien entrenaba al plantel del club Rampla Juniors, muchas fueron las veces que unos cuantos, yo incluido, nos escondiamos en el techo del frigorifico para no hacer deporte.
Ya llevaba mas de medio año en la escuela cuando un dia el suboficial Pimienta fue destacado a otra unidad y de forma muy emotiva se despidio de nosotros, en su lugar llego un suboficial de cargo llamado Machado, un tipo corpulento no muy alto, con bigote, pelo cortado a cepillo y una gran cicatriz en la cabeza, aparentaba unos 45 o 50 años, con el tiempo me entere que le apodaban el "loco"  Machado y el porque. El sub-oficial Machado habia estado de servicio en la unica lancha torpedera que tenia la marina en aquella epoca, segun me contaron un dia discutio con el comandante de la nave, que era un teniente, nunca me pude enterar cual fue el desencadenante de la trifulca, pero el "Loco" Machado, que era un tipo de muy pocas pulgas lo persiguio por toda la cubierta con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones hasta que lo pudieron calmar entre varios tripulantes. Esa fue su tarjeta de presentacion y enseguida se gano el respeto entre los aprendices de la escuela y de sus alumnos, entre ellos yo. Era un tipo muy derecho y no se andaba con estupideces a la hora de tomar decisiones, una vez en del almuerzo me vi participando de una violenta discusion con un compañero de mesa que se sentaba enfrente mio, en un momento determinado, yo que no me llamo Machado pero tambien soy loco, le baje la bandeja de la comida en la cabeza, se formo un escandalo descomunal y llamaron al sub-oficial que estaba ese dia de guardia, casualmente era el Loco Machado, cuando lo vi aparecer a traves de la puerta me di cuenta que la cosa no iba a terminar ahi, y asi fue, el Loco Machado  pregunto que habia pasado y luego de unos segundos de silencio dirigiendose a mi me dijo: las cosas se arreglan de otra forma entre hombres, yo ya me veia con un arresto de varios dias que me iba a impedir salir el fin de semana, pero no fue asi, el Loco Machado se ausento por un momento y cuando regreso trajo 2 pares de guantes de boxeo y mirandonos a los dos gallitos peleones nos dijo, ahora vamos a la muralla y se sacan las ganas, ahi me pude dar cuenta de que estabamos frente a un hombre en todo el sentido de la palabra, despues de darnos unas buenas trompadas, con el Loco Machado de arbitro y toda la compania como espectadores, pude ganar la contienda por puntos porque el otro se cayo de una trompada que le habia dado, en ese preciso momento el suboficial paro la pelea y dijo: !Basta! Ya es suficiente, pero esas cosas se arreglan asi en el futuro, estamos de acuerdo? Mi contrincante y yo asentimos con la cabeza, a partir de ese dia nos dimos las manos con mi compañero y fuimos grandes camaradas.

LA NOCHE DEL AMOTINAMIENTO

Entre los oficiales que teniamos a nuestro cargo habia un guardiamarina, me parece verlo hoy todavia, le apodaban "Pechito" por su forma de caminar sacando su gran caja toraxica y la Colt 45 a lo cowboy colgada a media asta en su pierna derecha, era un tipo bastante repugnante y mas tarde pude entender porque con su edad, unos 38 años, seguia siendo un guardiamarina y no habia ascendido, yo creo que en realidad en aquella epoca enviaban a la escuela de especialidades personal que de alguna manera estaba castigado. Otro suboficial  que estaba a nuestro cargo y era el encargado de la infanteria se llamaba Correa, este era el tipico milico con infulas de John Wayne que te miraba a traves de las gafas Ray-ban, un cinico que habia echo varios cursos en la U.S.Navy  y se sentia super orgulloso de ello, vaya personaje!

Una noche fria y ventosa de agosto a mi me tocaba la guardia mas odiada, la que te partia el sueño por la mitad, de 02.00 a 04.00 de la madrugada, a las 06.00 habia que levantarse, a las 21.00 me fui a la cama lo antes posible para poder dormir por lo menos unas horas de seguido y cuando estaba profundamente dormido, como una pesadilla, senti por los altavoces el sonido de un pito y a continuacion la orden, !!zafarrancho de combate!! Todos sabiamos que eso significaba salir a la plaza de armas en pocos segundos con lo que tenia puesto como ropa, pero eso si con el fusil y la bayoneta calada.
No habia pasado ni un minuto cuando toda la compania en calzoncillos y con el fusil en la mano estaba formada en la plaza de armas, tiritando de frio, entonces fue cuando aparecio el suboficial Correa y Pechito, Correa rompio el silencio explicandanos que significaba el zafarrancho de combate, me di cuenta que al tipo se le trababa la lengua un poco al hablar y a continuacion el guardiamarina casi a los gritos nos aviso que nos iba a mantener despiertos toda la noche con ordenes de zafarrancho cada hora.
Volvimos al dormitorio sin haber digerido bien lo que habiamos presenciado, se apagaron las luces y volvi a dormirme,  mientras los otros murmurando se acostaban tambien, no habia pasado ni media hora cuando otra vez la orden de zafarrancho se hacia oir por los altavoces, otra vez todos medios desnudos con el armamento formando en la plaza de armas, el frio se hacia inaguantable y "Pechito" con Correa se paseaban por las filas de la formacion, recuerdo que le comente en voz baja a un compañero que tenia al lado, me parece que estos estan en pedo y nos quieren cagar la noche, a continuacion senti la voz de Correa gritando !!SILENCIO!!
Con el frio, la poca ropa y el cansancio algunos no estaban muy firmes y el guardiamarina "Pechito" al pasar por atras de un aprendiz le grito !!FIRME CARAJO!! y le descargo tremenda patada en el culo que lo hizo caer de bruces al suelo. La victima era ni mas ni menos que el negrito Silva, aquel que habia estado en los Talleres de Don Bosco conmigo, cuando ordenaron romper filas y entramos en el dormitorio  ya sabiamos que era la ultima vez que saldriamos  a la plaza de armas, sin mediar palabras cerramos las puertas y empezamos a amontonar la cajonadas una encima de las otras para bloquear las puertas, el proximo zafarrancho de combate no se dejo esperar, pero esta vez se encontraron solos "Pechito" y el suboficial Correa en la plaza de armas, al ver que nadie salia de los dormitorios se acercaron s las puertas vociferando que las iban a echar abajo a balazos si hacia falta,  recuerdo que uno grito !!SI TIENEN HUEVOS HAGANLO!!  Habia un compañero que se llamaba Leal  y era uno de los que habian llegado del reformatorio de menores, ese muchacho fue el elegido para llevar una misiva con la firma de todos nosotros explicando todo lo que estaba pasando a la inspeccion general de la marina, para eso ya estabamos preparando su escapada por una ventana y despues habia que subir por los techos del frigorifico para ganar la calle. Mientras tanto ya no nos cabia ninguna duda, Pechito y Correa estaban borrachos y seguian amenazando tirar las puertas abajo con las pistolas en la mano seguian gritando ""HABRAN CARAJO!!
En determinado momento sentimos la voz de otra persona que hablaba con ellos y despues de unos minutos de silencio se dirigio a una de las puertas y nos pidio que lo dejaramos pasar, "soy el suboficial Machado, quiero hablar con ustedes, abran por favor.
Sacamos unas cuantas cajonadas y le abrimos una de las puertas para que entrara, el tipo nos hablo de muy buenas maneras y nos dijo que el iba a hacer que Correa y "Pechito" se fueran a sus respectivos dormitorios, que estaban borrachos y no sabian lo que hacian, que "Pechito" ya habia sido degradado un par de veces por cosas similares y que Correa tenia mujer e hijos, que cerraramos un ojo, el se comprometia a que esto no pasara mas. Una vez mas el "Loco" Machado habia demostrado ser un hombre de ley y cumplio su palabra.
Por la mañana tanto el suboficial Correa como "Pechito"  caminaban por la escuela como dos muertos vivientes, la borrachera  fue grande, pero jamas se imaginaron que se iban a encontrar con una resistencia tan grande a sus ordenes, si esa noche se quisieron divertir a cuesta nuestra, nunca mejor dicho, les salio el tiro por la culata, creo que ese amotinamiento fue un caso insolito en la historia de la marina uruguaya, si el  inspector general de la marina o el comandante de la escuela no lo llegaron a saber se lo deberian agradecer al "Loco" Machado que a partir de ese momento paso a ser un amigo mas que un superior para nosotros.

Inspeccion General de Marina

Cuando termino el año nos distribuyeron por diferentes reparticiones, a mi despues del viaje en el Ancap III a Venezuela me destinaron en el 9° piso de la inspeccion general de marina, que era donde se encontraba la estacion central de radio de la marina. Era un trabajo que me gustaba mucho, no ibamos uniformados y haciamos turnos de ocho horas, en cada turno eramos dos personas, el turno de las 22.00 hasta las 06.00era el mas tranquilo, solo quedaba  con mucho volumen la frecuencia de socorro maritimo de (500 kHz). Los transmisores eran de ultima generacion y de mucha potencia,  tambien teniamos un teletipo muy moderno y muy buenos receptores. Cuando tomaba el servicio de la noche lo primero que se hacia era tomar contacto con la base naval americana de Balboa en el canal de Panama y le enviabamos telegramas cifrados, eran grupos de cinco digitos a veces con letras, con el tiempo me entere que eran los datos de barcos mercantes que recalaban en el puerto de Montevideo, nacionalidad, tonelaje, puerto de destino, etc. Estamos hablando del año 1959, como nos va a llamar la atencion hoy del control y la informacion que ejercen los americanos en latinoamerica?
Lo que nunca se enteraron es que yo a partir de la media noche me ponia a recibir las noticias de la agencia rusa Tass que transmitia en morse para los buques rusos de altamar. Hoy puedo valorar muchas cosas de esa epoca, como aquel compañero radiotelegrafista que llegaba media hora antes de tomar el turno por la mañana y despues de saludar y prepararse el mate se sentaba al lado de la ventana a leer el diario Marcha...esa imagen la tengo impresa en la memoria.

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